¿Teatro a Luka? La Cultura en Chile sale cara

Acabo de leer que viene Cirkopolis, al Festival Internacional de TEATRO A MIL.
Se presentará en el teatro municipal de Las Condes. ¿Valor de las entradas?
DESDE los 16 mil hasta los 44 mil.

FESTIVAL INTERNACIONAL DE TEATRO A MIL? A MIL??? LUKAAA?? ¿Dónde quedó eso de «llevar el teatro al público que no está acostumbrado y que normalmente no puede pagar por verlo?
Creo que el FITAM es tan popularsh como el Liguria, la Piojera, el Bar The Clinic y la Cumbre Guachaca, todo parte de la misma whiskierda que ultimamente salió a la palestra, criticada en El Desconcierto.

Son esas iniciativas que parten desde la verdadera intención de ser un aporte, y que luego son secuestradas por los grupos whiskierdosos y pro-concerta, que terminan transformando cada función en un evento chochial. Donde antes se cuestionaba el status quo hoy sólo se entremezclan los mismos personajillos de siempre, hijos de la política y bandas musicales que fueron ruptura durante los noventa y que hoy se han convertido en institución y abrazan el neoliberalismo.

La cumbre Guachaca, cada año retratada por los medios de televisión, donde los asistentes gastan $10 mil para entrar y pagan dos lukas por cada terremoto, y todos los entrevistados andan con la papa en la boca o bien con la tch como si fuera lo más.
Qué pasa con los verdaderos guachacas? invito a la pareja de reyes de este año a tomarse una cañita de vino en el siete machos, o a comerse un completo en el Liberty de la plaza Echáurren. Ah, no, verdad que es de rotos. Al igual que el público que llenó los espacios del primer Festival Internacional de Teatro a Mil, y eso escandalizó a las autoridades, a los cabezas del FONDART, a las élites, que vieron en el rotamen un riesgo a su ascendente posición social, que iba de la mano con las acciones que iban comprando en las multinacionales que hoy defienden a brazo partido.

Un vulgo culturizado significan votantes no influenciables, operación nada rentable para quienes durante veinte años no cambiaron nada usando maquillaje, y que hoy vuelven llenos de prerrogativas y promesas de estudios que no se condicen con el sentir de la calle.

Es triste decirlo pero en Chile existe una aversión al mundo de la calle de parte del centro «progre» que busca ser aceptado en los directorios de empresas, mientras por otro lado, un acercamiento de la deretcha y su chentro chochial, con la página de sociales de El Mercurio y las «familias bien» que van a comprar a La Vega. Finalmente quienes resultan perjudicados son el gran número de ciudadanos que no tienen tiempo para poder disfrutar de actividades como el teatro, el cine o la vida al aire libre porque los horarios de trabajo en nuestro país terminan por secar a la fuerza laboral lo que se suma a los largos traslados (a veces de una ciudad a otra) pre y post laburo, lo que deviene en personas cansadas, sedentarias y con propensión a tomar pastillas para funcionar, en un sistema donde las farmacéuticas se hacen la américa con los niños con déficit atencional y las mamás con depresión, pero crucifican y encarcelan a quien busca una alternativa natural cultivando y consumiendo marihuana.

Tal vez, en sus principios, el FITAM logró cumplir fidedignamente con montajes a precio costo de mil pesos. Debería haber un cambio, si no es en la fórmula, al menos en el nombre, pero la clase dirigente y sus adeptos ganadores de festivales y fondos del gobierno, han demostrado ser maestros a la hora de los eufemismos. Hasta el día de hoy el país se rige por la «justicia en la medida de lo posible», con el hijo de Carlos Larraín libre de polvo y paja, el sobrino de Hernán Larraín -sorprendido con 2 kg. de cocaína y casi un millón en efectivo-, que ni siquiera pagó con trabajo comunitario y con el director del Banco Central inocente de las acusaciones de violación de sus hijas.

Chile sigue y seguirá siendo país de las élites, mientras los que están en medio no se muevan y los de abajo no despierten. Por desgracia, la herencia cultural de la dictadura y que la concertación sólo ayudó a profundizar, es el discurso del facho pobre que reclama contra aquéllos de su propia clase que osan levantar la voz cuando sienten que se comete una injusticia. Así, seguiremos siendo el hazmerreír de la OCDE pero «los jaguares de sudamérica», claro, si el Jaguar era símbolo británico, lo que sólo demuestra que seguimos siendo un protectorado de otra potencia internacional que cada ves que ven amenazados sus intereses no dudan en intervenir.

Por lo pronto, me quedo con las ganas de ver uno de los mejores espectáculos de arte circense, no porque no tenga las 16 lukas para pagar la entrada, si no por lo que representa: la burla de una clase o grupo socio-político hacia el gran número de chilen@s. El nuevo nombre del festival debería ser FITAMMQM, Festival Internacional de Teatro a Mucho Más Que MIL

Sombras lúgubres y la performance del miedo

El tenue sonido de la música sintetizada emergía de parlantes situados a los costados de la improvisada mesa de controles, mientras en la pared sobre un telón blanco se proyectaba la imaginería de la performance. Letras que daban vueltas, fondos intercambiables de colores fosforescentes, un papel que rezaba “escríbeme, léeme”, mezclado a ratos con fotografías de Valpo.

A medida que la música fue in crescendo, la multitud rancia y suburbana se congregó hacia el sector de la tarima. A un costado, un algo, un ente con pantimedia en la cabeza y aluza plástica en parte de su torso y sus genitales, se movía con vehemencia. Subía y bajaba, giraba y se arrastraba al ritmo de los puntos y vibraciones sintéticas que inundaban el subterráneo a esas alturas de la noche.

Sangre. La boca roja luchaba por abrirse paso entre los puntos de la malla de panty que la cubría. Una lengua se vislumbraba y el ente, con sus manos, comenzó a rajar la prenda para finalmente botar un absceso, un coágulo rojo que ayudó a darle colorido al de por sí sucio piso de cemento del espacio. Luego de escupir y blasfemar, comenzó una especie de ritual escatológico. Sus manos fueron hacia su trasero. La simulación daba a pensar que, cual Gigi Allin, éste se convertiría en un show de tirar mierda sobre el público. Luego de rebuscar en el interior de su recto, el ente se recostó junto al aborto sanguinolento que había vomitado y lo amasó entre sus dedos, jugando con él como juegan los gatos cuando atrapan a un ratón, para finalmente comérselo. Entre la escatofagia y el show hemofálico quise vomitar y sentí una gran arcada prepararse desde mi estómago.

Luego de eso, el ente se levantó y se quitó la media de su cabeza. El maquillaje andrógino daba mayor realce a sus músculos bien definidos, un abdomen plano y marcado, piernas firmes y una cicatriz en la espalda. Las luces del lugar, en tonos azules pálidos y amarillos, aumentaban el misticismo de la bizarra performance. Después de librarse de la panty que lo ocultaba, tomó un corpiño, calzones y una corbata, y comenzó a arreglarse frente a un espejo imaginario, un reflejo torcido de la realidad aún más torcida que desataba en ese antro contracultural. De haber existido el espejo, me pregunto, qué habría pasado por la cabeza del ente al verse reflejado, con la boca roja de sangre, con su maquillaje y vestuario, y además, qué otras cosas habría reflejado el espejo. Cómo habrá sido el mundo que se caracterizaba al otro lado.

El ente habló. Lo hizo con voz de maraco, de gay, de marimachote hecho pebre a cigarros y vómitos, de tanto gritar el pregón de la mercancía o de pasar noches en la calle, en el frío. Habló para convertirse en profesor de la masa repugnante que inundaba el subsuelo de la gigante casa antigua. La performance continuó hacia las lecciones que debemos aprender del mundo. En sus tetas tapadas con aluza plástica, situó el PODER, representado en un cartel blanco, una hoja de papel que tenía la palabra escrita. Luego, entre sus oblicuos y el pene que parecía una nimiedad mutilada, el placer sexual, estaba prohibido. PROHIBIDO, la segunda lección del día, como un ritual de maestro-discípulo o estudiante del antiguo sistema.

Después de la perversión desmantelada ante el acto mismo y la sexualidad y el placer vulnerados; una tercera palabra fue corcheteada en sus nalgas: CASTIGO. El castigo de nacer maraco, de nacer homosexual o de convertirse en uno. El placer del ano debe ser castigado, reprochado y vapuleado en público. Todo acabó en su espalda, con la comanda imperativa generada desde el alto mando y ejercida en mutis y ciegamente por la ciudadanía aborregada: OBEDECER. Cada una de las lecciones debía ser duramente aprendida. La letra con sangre entra, decían antaño, y para demostrarlo de forma efusiva, cada papel, cada lección, cada palabra fue corcheteada al cuerpo del ente andrógino elevado a profesor del cúmulo de individualidades asistentes en una noche más que bizarra con animador travesti y música punk sin audio en el micrófono. Corchete tras corchete, con gestos, gritos y aplausos del público, el ente fue cargando las lecciones en su cuerpo.

Con las enseñanzas del sistema encima, se paseó simulando cargar una cruz, dando vueltas en círculos. Finalmente, la revelación. El fin del patriarcado, del estado y de la performance: arrancóse las palabras esgrimidas como cadenas y se lanzó al piso en temblores epilépticos. Se paraba y volvía al piso y cada vez que se levantaba perdía una prenda. La corbata fue lo primero, luego el corpiño y finalmente el calzón. Se arrastró por el piso inmundo, lleno de colillas y envases y restos de vino, ron y cerveza, se arrastró mientras seguían las convulsiones, la reiteración epiléptica de un compás. Arrastrándose, salió de escena y se perdió tras los anchos pilares de ladrillo blanco. Las notas sintéticas, los puntos, las frecuencias, seguían sonando sombríamente. La multitud enalteció el espectáculo escatológico de sombras lúgubres con un aplauso que se prolongó por minutos, hasta que el rapatam de una batería hizo volver al escenario a los espectadores. La siguiente banda estaba en posición y la variette-tokata seguía.

-Aló buenas noches, somos Feto y nuestras mamás no quisieron abortarnos así que la culpa es de eshas.

Música y estridencia que reventó el parlante de la noche fálica y trajo más de un vaivén a los mohicanos que buscaban algo de ultraviolencia.

Memories…

En este momento empiezo a echar de menos

todos aquéllos textos que alguna vez escribí

y que por actualización del sistema, formateo de pc

o simplemente de mala cueva

dejé por ahí, al aire, a la memoria.

Ah sí, y los miles de correos que ya no uso por pérdida de contraseña y otros, donde dejé varios de mis suspiros adolescentes.

POR QUÉ VALPARAÍSO

Valparaíso después de...¿Por qué Valparaíso? Me hago la pregunta desde la comodidad de mi pieza, en la casa de mis padres con comida caliente y ambiente familiar, a menos de seis kilómetros de la parte que hoy los medios llaman “la zona cero”, en la otra parte alta de Valparaíso, esa que queda cruzando el camino La Pólvora con vista a los bosques de Curauma y a una hora de Santiago. Vuelvo a mi duda ¿por qué Valparaíso?

La respuesta la busco entre las pichangas que jugué en las calles del Barón, en las escaleras donde tomé (y aún tomo) vino y cerveza del cerro Concepción y la subida Ecuador, en los rincones perdidos donde no llega la micro, en la quebrada Santa Lucía de Cordillera, o en los techos de Ramaditas donde cada septiembre se encumbran volantines y gritan niños “se fue” cuando el hilo de uno se corta por la fricción de otro. Y no encuentro la respuesta. Mejor dicho, encuentro cientos de respuestas que apuntan hacia otro lado.

Lo que pasó este fin de semana no es culpa de Valparaíso, al menos no de los habitantes que le dan el nombre y le ponen el hombro a esta ciudad. Fue aquí, en las calles de tierra y escaleras improvisadas, donde aprendí del mundo y la aguja de la realidad, del viento que se cuela, de la quebrada habitada por palafitos, reventó mi burbuja de exsantiaguino de barrio alto y apellido Amunátegui. No es culpa de las personas que día a día luchan por salir adelante aunque tienen al mundo en su contra y todas las de perder. No. Lo que ocurrió es culpa de, si es que hay culpable, de la propia historia del puerto. Una historia de resistencia y tesón, forjada al calor de sociedades de resistencia, de la Sociedad de la Igualdad y de una unión sindical como no se ha visto en otra ciudad de Chile.


Marcha por Pedro Montt El puerto del que no se conoce fecha ni tiene acta de fundación y aquí quiero citar al Gitano Rodríguez “yo no he sabido nunca de su historia”, ha sido desde su prehistoria un bastión de los movimientos sociales. Es aquí donde el paso del tiempo guarda los secretos del nacimiento del movimiento anarquista chileno, entre las paredes y los cimientos del edificio que hoy ocupa El Rincón de las Guitarras, el Sindicato de Estibadores y la Unión de Ferroviarios y Montepiadas de Valparaíso. Siempre autosuficiente, digno y luchador, no se ha rendido ni doblegado ante patrón ni gobierno. Antaño eran las luchas de los portuarios, pescadores artesanales, marinos mercantes y trabajadores varios, marchando por Pedro Montt y chapando las puertas de los locales comerciales forzando a interrumpir sus labores cotidianas, al menos retrasando su apertura; donde hoy se marcha por la educación a pesar de que los medios sólo muestren los desmanes. Acá la gente no boga contra las capuchas, pues sabe que esa capucha es su hijo, su sobrino, su vecino que ve en cada piedra la respuesta a los años de abandono gubernamental.


Ejemplos de esta fortaleza han dado muestra muchos de los testimonios rescatados por el morbo del reality show mediático de la prensa burguesa, que en busca de rating olvidan su primera labor: informar; y dejan de lado las noticias realmente importantes como el alza de cerca de $300 en los bidones de agua, y una más significativa en los pañales, en los supermercados de la transnacional CENCOSUD; testimonios como el hombre que le pidió a Elizalde “palas, planos y herramientas” pues para pararse puede hacerlo solo, el de la mujer que sin tapujos dijo “los pobres no elegimos dónde vivir”, o la que fue cortada en sus transmisiones por despotricar contra los verdaderos culpables de la catástrofe, autoridades y parlamentarios que descansan en sus sillones y sus colchones forrados con el chancho asegurado. Este puerto es autosuficiente, y se gobierna a sí mismo, no espera la caridad del burgo ni el asistencialismo del Gobierno pues, para eso, mejor esperar sentado o en camilla, como el hombre que falleció por no poder moverse, llevaba tres años en espera de cirugía en el sistema de salud público y murió esperando, morir en lista de espera.

Este puerto sabe de luchas, de resistencia y de no doblegar el alma ante el mal llamado progreso, aún cuando sus propias autoridades hacen y deshacen con el terreno que los antiguos llamaron Alimapu. Ya lucharon antes contra la construcción en altura, batalla perdida en los tiempos de la dictadura, en que por hablar de más desaparecías o morías ajusticiado en falsos enfrentamientos, ya se luchó porque no volviera a suceder. Ya la lucha se extiende por años en contra de un proyecto impulsado por las manos oscuras que mueven la economía y que cuando se ven apretados no dudan en “hacerla chillar”. Tal como hace años expulsaron a McDonald’s de la ciudad, así luchan hoy por evitar la indetenible construcción de un centro comercial que sólo traerá pobreza y precarización a un puerto ya suficientemente golpeado por la historia y por la catástrofe.

Irónicamente, la nominación como Patrimonio sólo empeoró la condición de una ciudad que desde su nacimiento ha sido cuna pobre y de té con pan solo. Los préstamos millonarios del Banco Interamericano del Desarrollo no contemplaron el mejoramiento de las vías donde las micros no llegan, ni la regularización de los terrenos donde la gente vive en quebradas sin urbanización, ni contempló la pavimentación de las calles que cada invierno provocan deslizamiento de material –basura acumulada en sectores a falta de un correcto plan de limpieza del municipio-, ni la construcción de soluciones habitacionales para que quienes viven del camino cintura hacia arriba puedan contar con casas o departamentos que no sean de material ligero ni estén en una zona roja ante riesgo de incendio.


Los cerros patrimonialesLa inversión, si así cabe llamarla, contempló convertir dos cerros en un paseo turístico patrimonial, matando la vida de barrio, favoreciendo los intereses de inmobiliarias amigas de las autoridades de turno. Hoy, Polanco y Barón viven lo que hace diez o quince años vivieron Concepción y Alegre: incendios inmobiliarios y la desnaturalización del mal llamado progreso, con la sonrisa complaciente de alcaldes, diputados y senadores, a costa de la vida de los desplazados, habitantes desprotegidos ante el avance de un modelo protegido por el Estado, tan resguardado como hoy efectivos militares resguardan los supermercados CENCOSUD.

 


El abandono de que ha sido víctima Valparaíso no es reciente y no es casual. Nace en la misma historia portuaria que durante años ha resistido a los abusos patronales de empleadores extranjeros que se ocuparon de cultivar dos Valparaísos, dentro de los cientos de Valparaísos existentes. Valparaíso es una mujer fragmentada en dos, escindida en dos naturalezas, en dos realidades, en dos cuerpos. Por un lado, un puerto bohemio, una prostituta que abre sus piernas de la avenida Alemania hacia abajo, que recibe y acoge a turistas y visitantes por igual, les entrega su sexo y su vida fácil y decadente, sus miradores como espectáculo nocturno y sus plazas como espacio de esparcimiento, sus fuegos artificiales como promesa de amor eterno. Una amante que no muestra dolor tras cada golpe, que esconde sus cicatrices con maquillaje pintoresco y cosmopolita, porque dudo que en otra ciudad del país sea posible encontrar la fauna mundana que en una sola noche abunda en el puerto. Y en la otra, una mujer privada, una madre, un sostén, un amor que abre sus brazos en la intimidad, que muestra su verdadero rostro detrás de las risas de la noche y del calor del verano, cuyas curvas son de tierra y cuya sonrisa es imperfecta, de manos duras por el trabajo y de canas blancas por las vueltas de la vida, pero tan simple y hermosamente sencilla que no se niega y te recibe con un té caliente aunque sea lo único que tenga, ese puerto que “amarra como el hambre”. Estos dos Valparaísos duelen, pero duele más la indiferencia que por años y décadas ha sentenciado a mi amado puerto a lo que es hoy: un centro de catástrofe con militares con armas en lugar de palas, y con sus venas congestionadas de vehículos efervescentes en un caos sin fin.

Este olvido no ha sido cuestión del azar; es un golpe urdido a lo largo de la historia para castigar a la primera ciudad que fue capaz de levantarse contra el centralismo y la desigualdad. Este castigo ha sido una lección histórica que han debido sufrir sus habitantes por intentar doblegar a la fortuna y al destino, al ser más animosos, más unidos y más humanos que muchos de sus compatriotas. En los cerros incendiados sobra el optimismo y se ve cómo las fuerzas financiadas por el estado se cruzan de brazos, inútiles ante la determinación autogestionada de los habitantes que alguna vez encadenaron las calles, y si es que acaso la “lluvia destiñó las escaleras”, el manto de tristeza esta vez lo puso el fuego, pero ha sido durante largos años el abandono de las autoridades, donde hasta el propio alcalde de la ciudad apoya al Mall Barón y financia inmobiliarias, pasándose por la raja el sentir y pensar de la mayoría de sus habitantes.
Sólo un alcance, para demostrar que esto no es culpa de Valparaíso: durante el largo paro que mantuvieron los trabajadores del aseo, trabajadores precarizados en todo Chile; las calles de Curauma fueron limpiadas y barridas por mujeres de esfuerzo, pertenecientes a los planes de generación de empleo del gobierno. La basura recogida en las pasadas por la ciudadela de anchas calles y casitas de dos pisos se arrojaba a botaderos, vertederos ilegales de basura. Cuadrillas completas comandadas por el encargado de la SECPLA arrojaban los desperdicios que hace ya cuatro días ardieron y convirtieron bosques de pino y eucalipto en cenizas, y miles de casas arrasadas por la sinvergüenzura de las autoridades.

Decir que la ciudad no estaba preparada para una contingencia como ésta es desmentir los años de historia y de incendios, es desmentir a los antiguos que llamaron Alimapu a esta porción de tierra, antes de que el concreto le ganara metros y metros al mar, es desmentir la desfachatez de las administraciones que durante años han mamado la teta del Valparaíso madre y violado consecutivamente al puerto prostituta, sin hacerse cargo del daño que han causado. Pero gritar eso hoy es sumar voces al eco del viento, es ir a reclamar a la FIFA después de un partido arreglado, es continuar con el legado que han hecho de Valparaíso la ciudad olvidada y desprotegida que hoy copa los albergues improvisados.

Las autoridades electas han hecho gala de su calaña cuales patrones de fundo que hablan de solidaridad pero no permiten que los negros ni los rotos se mezclen con la familia; Isabel Allende, hija del presidente insigne de los derechos humanos en nuestro país, negándose a recibir, albergar o alimentar a los miles de afectados por la calamidad al rojo vivo, demuestra una vez más que nuestra ciudad le repugna a las élites. Le repugna por ser como es: pobre, humilde, y por sobre todas las cosas, con la autodeterminación que la hace insigne ante el resto de Chile. Porque el porteño es choro, es firme y sabe bailar con la fea. Esa determinación es la que el burgués no soporta, esa altivez es la que el patrón desprecia, porque son esas cualidades las que hacen de Valpo una ciudad digna, más digna en sus quebradas, en los cerros de calles de tierra, que en los barrios prostituidos y vendidos al turismo a gran escala, a la cáscara patrimonial vacía que se resquebraja desde sus cimientos. Valparaíso es un puerto con dignidad, y esa dignidad es la que le ha valido el castigo de la historia y el olvido del tiempo y que hoy lo tienen devastado, con cerros completos desaparecidos bajo escombros. Pero sabrá salir adelante. Tal como en la historia, la acción directa de las uniones obreras entregaba las ganancias a sus asociados, hoy la autogestión y organización de los estudiantes y pobladores, trabajadores y profesores, han sobrepasado la ayuda ofrecida por el gobierno que ha sido un mal chista más que un bienvenido socorro.

Bachelet entregando un bono de $250 mil a una familia, con letra chica para gastar en ciertas tiendas de retail de sus amigotes, es más una burla que una ayuda sincera sin miramientos. A quien perdió su cama, sus muebles, televisor, todo su clóset –por pobre y gastado que estuviera-, a quien perdió los esfuerzos de una vida, y para peor, a las familias completas que lo perdieron todo –con familia me refiero a núcleos con abuelos, hermanos, tíos, primos, donde todos lo perdieron todo- como el caso que los medios rescatan por ser rostro conocido, el “Maicol” de El Reemplazante: su familia fue una de las fundadoras del cerro Las Cañas y hoy ve reducido a cenizas el esfuerzo de décadas. A ellos, Bachelet los salvará con 250 lucas.

Así es el puerto, injusto con quienes no han dado su brazo a torcer. Mientras el gobierno central ofrece bonos con letra chica, a la inmobiliaria de Mall Plaza le da un subsidio de 21 millones de dólares. Así son las autoridades, las que hoy figuran en los matinales y les dan cobertura nacional hablando del dolor que no conocen con gente que nunca más volverán a ver. El terremoto en el norte pasó a segundo plano, y luego el incendio y sus damnificados darán paso al siguiente fenómeno web o escándalo farandulero, tal como LUN tituló con la trigésima estrella de Colo-Colo. Pero así como Chile maltrata y sistemáticamente precariza al puerto buscando quitarle su dignidad, así mismo se levanta éste, al grito de ESE A ENE y con forma de cadena humana recogiendo escombros y apagando rebrotes, con rostro de estudiante, de encapuchado, de bombero; con rostro anónimo, el rostro de Valpo, digno, libre y consciente.
¿Por qué Valparaíso? porque es la ciudad que no se vende, ni cambia a gusto de sus gobernantes, porque es demasiado sincero para un país que desde su raíz es clasista, xenófobo y arribista. Porque es demasiado digno para un mundo neoliberal vendido al capitalismo salvaje. Porque Valpo es Valpo, y eso le duele al fascismo disfrazado de democracia.

SIX-PACK

“¿Crees que así es como debe verse un hombre de verdad?
[Mirando una publicidad de Calvin Klein en un autobús]
La autosuperación es pura masturbación… la autodestrucción en cambio, es la respuesta”

Tyler Durden

Hace ya unos cuantos años, luego de una ruptura que me dejó bien jodido, decidí que en lugar de llorar sobre la leche derramada debía hacer algo con mi vida. Tenía bastante tiempo libre y las clases en la universidad no eran una prioridad dentro de mi agenda. Durante el verano había entrenado un tanto de kickboxing así que tomé la sana y democrática decisión de volver a entrenar, pero esta vez más en serio.

Comencé primero inscribiéndome en el gimnasio, donde por trece lukas (en ese entonces) podía asistir a todas las clases que yo quisiera en la semana, más la del día sábado que iba de diez a una de la tarde. Revisé mi horario y me di cuenta de que podía entrenar… todos los putos días, algunos en la mañana, otros en la tarde, y dos días (martes y viernes) podía asistir a la clase de la mañana y la de la tarde, algo deliciosamente violento. Tenía seis días de la semana para poder descargar energías sin sentir lástima por el pobre diablo que tenía al frente.

El invierno había pasado, no como en la canción de Dos Minutos. Esta vez, la primavera me sonreía y sentía fuerzas para volver al ataque, volver a estar bien, un tiempo de yo conmigo mismo, y quería aprovecharlo. La primera semana fue devastadora. La falta de entrenamiento había causado mermas en mi condición física y en mis actos reflejos, no esquivaba bien los golpes y más de una vez tuve que pedir al profe parar el combate pues ya no daba más. No recordaba cómo controlar la respiración para durar más allá del segundo asalto, y los baches en mi defensa permitían que mi sparring entrara y aprovechara los flancos que dejaba al descubierto. Durante ese tiempo, el sparring era yo, un muñeco de trapo (ok, nunca tanto), pero sí un adversario al que le costaba mantener el ritmo.

Analicé la situación y tomé medidas drásticas: dejar el cigarrillo, carretear sólo los sábados y una dieta de carbo y proteínas, además de cereales y frutos secos. Me tomé en serio eso de mente sana, cuerpo sano. Era una obligación, una devoción secreta, un compromiso conmigo mismo, para que, cuando me topara con ella (no diré su nombre), se diera cuenta del machote que se perdió (jajá, iluso).

Pues bien, día domingo en la noche, preparando la mochila para el día siguiente (entrenar, clases, casa). Equipo para el gimnasio, cuadernos, lápiz. En eso estaba cuando encontré una carta, la última que me escribió. Me resistía a leerla, pero no aguanté y la tomé entre mis manos. Me removió hasta la última gota de bilis del hígado. Un uppercut y posterior submisión, un knock out técnico, un combate perdido por default. Fuck! Después de eso, entendí que esto iba más en serio de lo que había pensado. Debía mantenerme ocupado en algo para no pensar en ella, en eso, en todo. Debía hacer. Hacer. Trabajar mi cuerpo y entrenar mi mente para dar vuelta la página obligándome a no sentir, y mientras más golpes recibiera, mayor la liberación de endorfinas, mayor el sentimiento de placer, mayor el desapego que poco a poco hacía de mí una figura que ya “no le entraban balas” (jaja, ilusox2).

Seis días a la semana, un mes completo, con dos días de entrenamiento doble. Quería ser Gokú, quería tirar un kame hame ha, quería hacerme super saiyan, y quería el puto six pack. Tener el abdomen completamente plano, marcado, duro y malo. Como jugando empecé a llegar en cleta a la U, a pasarme en cleta al gimnasio, a ir y venir desde Barón hasta Miraflores con escala en Von Schroeders en dos ruedas. Nunca había estado tan en forma. Podía subir en bici por Yolanda, podía llegar en menos de media hora a Viña (todo un logro nene). Podía hacer dos viajes y no sentía dolor, ni cansancio, ni ganas de dejar de hacerlo. Pero el abdomen no cedía.

Le eché la culpa a los años de cerveza, a las sopaipas del invierno, a los años de chatarra cuando era chico. No, nunca fui gordo. Todo lo contrario, era un alfeñique, con decir que cuando niño las niñas me golpeaban y podían hacerme perder el equilibrio con una patada bien puesta en las canillas. Aún así, no sentía que avanzaba. Habían pasado dos meses y no notaba cambios, al menos no en lo que me importaba, mi guata. Comencé a levantarme más temprano y a hacer sesiones de abdominales en casa, al despertar y antes de dormir, además de lo que ya hacía en el gimnasio y la bicicleta.

De diez en diez, de veinte en veinte, series de cincuenta, más flexiones en series de treinta. Llegué a hacer 800 abdominales diarios en casa y doscientas flexo-extensión de codos. Comía cuatro veces al día, incluí atún (mis ahorros en locomoción me permitieron comprar mi ración diaria), más avena y cereales, fruta y proteína. Todo para alcanzar el maldito six-pack que según la tele puedes obtener gracias a esas fabulosas máquinas de ejercicio.

Habían pasado casi cuatro meses de que volví a entrenar, al gimnasio, y dos desde que estaba con las sesiones de abdominales y flexiones en casa, pero aún así, a pesar de tener un estómago de hierro con el que podía soportar golpes de puño directos, con un estado físico que ni en todos mis años de colegio pude alcanzar, el six-pack se veía tan lejano, tan falso, como las tetas de la Pamela Anderson o la nariz de Paris Hilton. Falsa como los anuncios de Calvin Klein que miraba Tyler Durden en el autobús. ¿Autosuperación? Una patada en las pelotas. ¿Six-Pack? un gancho al hígado. La verdadera respuesta son las endorfinas. Deliciosas dosis de placer instantáneo cuando me llegaba un buen derechazo, una patada que me hacía perder el equilibrio, una finta que me descolocaba y dejaba mi flanco izquierdo abierto para un golpe de gracia.

Poco a poco los golpes se iban notando. Ojos en tinta en clases, nudillos rotos y dedos un tanto deformados por el guante y los golpes. Un esguince en una muñeca. Me estaba sobre exigiendo, estaba destruyéndome físicamente para obtener algo que te venden en televisión, en los anuncios de marcas lujosas, que te dicen que es símbolo de éxito, vital para sobrevivir en este mundo capitalista. Y nunca lo obtuve.

Finalmente, una tarde en que después de clases y de entrenar, dormía siesta, mi madre entró en la pieza y me despertó: “te vinieron a ver”. Acto seguido entra ella y mi madre sale. Se pierde, y yo me pierdo ante ella, en persona, en vivo y en directo. Me incorporé y me restregué los ojos. Realmente me costaba entender que no se trataba de ningún sueño. Salimos, conversamos, bebimos una cerveza, luego otra, y otra más. Lo que pasó después no lo cuento, pero me sirvió para entender una cosa: el six-pack es tan falso como el mundo que lo promueve. Prueben sin anabólicos, sin esteroides ni quemadores de grasa, y vean el resultado. Nunca se verán como Brad Pitt, nunca tendrán un Chrysler ni serán personas completas, viviendo fantasías del libre mercado y la publicidad. Bastó una tarde para que la razón por la cual estaba entrenando se fuera, pues ya no debía huir. Había llegado el momento de descansar. Ese lindo momento frente al caos de la vida, donde somos piezas de dominó que empujan a otros a hacer cosas y otros nos empujan a probar nuestros límites.

¿El problema? Ya no concibo al verdadero hombre como lo pinta Calvin Klein, Pepsi o Cerveza Corona. Los hombres de verdad tienen la nariz rota, cicatrices y manos duras, y no están pendientes de la nueva colección de ropa.

Fight Club

Las Segundas Partes: Michelle 2.0

Hollywood nos enseñó que las segundas partes no son buenas. La historia del cine en muy contadas y rarísimas ocasiones ha podido entregar un volumen 2 que pueda superar lo logrado en el volumen uno. Dentro de estas situaciones de excepción encontramos títulos notables como “El Imperio Contraataca”, “El Señor de los Anillos: las dos torres” de Peter Jackson, “Por unos dólares más”, la segunda parte de la trilogía del dólar de Sergio Leone, “Allien, el regreso” y la notabilísima Batman: The Dark Knight.

Cuando la estadística la trasladamos del cine a la política, tenemos más o menos la misma situación. En nuestro país, en su segundo mandato, Carlos Ibáñez del Campo fue más vapuleado que durante el primero, cuando se presentó como candidato único. Los hechos de violencia perpetrados por agentes policiales bajo la tutela del general que causaron la muerte a estudiantes, profesores y grescas callejeras, además de las medidas populistas que impulsó y que finalmente no tuvieron asidero en el parlamento, dejaron un sabor amargo ante la sombre de quien fundara el cuerpo de carabineros de Chile. Más adelante, luego de siete años de dictadura, el plebiscito arreglado de 1980 que dejó como gobernante a Augusto Pinochet sin junta militar también cuenta dentro de las segundas partes no son buenas. Las modificaciones a la constitución que crearon el estado subsidiario, germen de las protestas callejeras de hoy, además de los crímenes y el terrorismo de estado, sumado a la grave crisis del 82 y la casi nula respuesta del gobierno, para terminar con el enriquecimiento indebido tanto de la familia Pinochet como de los asesores y personeros de gobierno, todo entre cuatro paredes y en un momento en que si  levantabas la voz probablemente no volverías a hablar, generaron rechazo en gran parte de los compatriotas.

En Perú ocurrió algo similar con Fujimori, quien durante su primer gobierno impulsó una nueva constitución –lo que le permitió la reelección- pero que para el segundo mandato generó controversias por su intento de llegar por tercera vez a la presidencia, además de las denuncias de corrupción y crímenes de lesa humanidad. Hoy por hoy, el peruano-nipón se encuentra encarcelado y cumpliendo condena. Bill Clinton y George W. Bush son también ejemplos de que la continuidad resulta castigada por la gente que no ve con buenos ojos el desarrollo de segundas partes, incluso Obama ha recibido más críticas durante éste período que en su primera magistratura, y qué decir de la Señora K en Argentina, quien es duramente criticada por las desveladas mafias del fútbol, enriquecimiento ilícito y por buscar un tercer gobierno.

Hoy, Chile re-estrena presidenta. La saliente Bachelet, con un máximo de popularidad histórico al final de su primer gobierno, vuelve a vestir la banda presidencial, luego de los cuatro años de la administración Piñera que, luego de contar con la aprobación histórica más baja desde el retorno a la democracia se fue con un apoyo cercano al 50%, podría decirse “ni fu ni fá”. Ahora, ¿qué es lo que se puede decir de Michelle 2014-2018? Hay aspectos importantes a la hora de hacer un análisis previo, y ver si esta administración se suma a los fracasos como “Los cazafantasmas 2”, o bien se erige en el podio de las mejores secuelas junto a “Indiana Jones y el templo de la perdición”, “Terminator 2”, Hugo Chávez y Rafael Correa.

Primero, en esta segunda mano, Bachelet llega “por sus propios medios”. Para la elección de 2006-2010, la duda de la Concertación estaba entre dos mujeres y un hombre: Soledad Alvear, Miguel Insulza y la propia gordis, claro que después de un flamante abanderamiento por parte de Ricky Lake, dejándola como ministra de defensa luego de su notable paso por la cartera de salud y la postal que la dejó como carta y figura presidenciable, a bordo del tanque para las inundaciones del 2002, con medio Santiago anegado por lluvias, la “Chol” poco pudo hacer, y fue Bachelet en segunda vuelta quien mantuvo la continuidad del programa concertacionista, venciendo a un Piñera on fire que dejó atrás a Joaquín Lavín, la principal carta de la derecha desde el 98’. Hoy, Michelle es cabeza de un nuevo movimiento político, que si bien reza de ser “nuevos” son las mismas caras de siempre, la diferencia es que el pueblo –llámese los tres millones que votaron por ella- le cree a fe casi-ciega, y espera que ella resuelva los problemas de injusticia e inequidad existentes en nuestro país.

Como aseguró durante su campaña, esta vez no debe “favores políticos”, los que le causaron más de un dolor de cabeza durante su primer gobierno, como Martín Zilic en educación, cuya salida también significó la de Andrés Zaldívar que entonces figuraba como ministro del Interior, y la primera pugna interna dentro del conglomerado de partidos del arcoíris. El equipo conformado para esta secuela es más íntimo que político. Rodrigo Peñailillo como vice, Javiera Blanco en Trabajo, Helia Molina en Salud, son rostros relativamente nuevos en la política, que pertenecen a su círculo cercano y de confianza. El recordado impasse con Alejandro Foxley, exministro de RR.EE., que costó su salida luego de una larga carrera de bajo perfil y buenos resultados, demuestra que en esta oportunidad no correrá riesgos ni busca favores.

A pocos días de haber asumido el mando, las medidas tomadas por ella y su equipo ya resuenan en los pasillos y se comentan en las redes sociales. Desde el despido masivo de funcionarios –cosa más que clásica, cada vez que llega un “cambio de mano” a La Moneda-, pasando por el intendente de La Araucanía y sus palabras de perdón al pueblo mapuche –con esto se busca un lavado de imagen, o realmente cambiará la política de terrorismo de estado en las comunidades al sur del Bio-bio, eso solo el tiempo lo dirá-, y las declaraciones de Molina sobre la marihuana –cuando fue Bachelet quien la dejó en el listado de drogas duras, aumentando la persecución a los usuarios-, son los primeros pasos de esta Nueva Mayoría, que buscan tender la mano a los movimientos sociales levantados en Chile en los recientes años.

Anunciada la primera marcha –La marcha de todas las marchas, de la que ya se habría descolgado la CONFECH-, las promesas de los distintos actores sociales es que la calle se vendrá dura y que forzarán el cumplimiento de la agenda y programa prometidos durante la campaña: nueva constitución, educación gratuita, reforma tributaria y un país más justo y equitativo. Ahora bien, nunca en sus discursos ni entrevistas, dio atisbos de cómo se implementarían estas reformas, lo que genera más de una suspicacia tanto en los sectores que la apoyaron para que volviera a su despacho en la calle Morandé, como de quienes han sido reticentes a su figura y que no creen que sea capaz de solucionar en parte los problemas que aquejan al Chile de hoy.

¿Cuáles son las grandes diferencias entre Michelle del 2006, y Michelle 2014? Primero, los factores externos. Hoy en Sudamérica se vive un proceso de “giro a la izquierda”, donde Ecuador, Uruguay, Venezuela, Argentina y Bolivia conforman un frente amplio de mandatarios salidos desde la izquierda y los movimientos sociales. Evo, dirigente cocalero indigenista –aunque criticado por la violencia en la expropiación del Tipnis-, Pepe Mujica que ha sido elevado a la categoría de rockstar por las medidas impulsadas en su gobierno como la legalización de la marihuana y el aborto –personalmente, la gran lumbre del presidente uruguayo son sus años como guerrillero tupamaro, su paso por la cárcel y sus años de senador antes de alcanzar la presidencia, y claro, su humildad y claridad en el discurso, más allá de medidas populistas que poco sirven a un país que lucha por vencer la desigualdad-; en fin, la UNASUR en pleno, donde Chile, con su economía estable, excelentes indicadores macroeconómicos y su reciente entrada a la OCDE, puede aportar mucho más que un granito de arena, y comenzar a conformar el bloque económico del sur que le haga peso a la Unión Europea y al creciente impulso chino.

En segundo lugar, la calle. Desde 2010 Chile ha vivido un proceso de empoderamiento ciudadano. La aparición de líderes sindicales y dirigentes sociales, cosa que no se veía desde antes de la dictadura, da forma a un escenario donde la calle tiene voz y voto. Las protestas medioambientales, estudiantiles y locales –Huasco, Freirina, Aysén-, dan cuenta de un país despierto y en lucha por sus derechos que ha perdido el miedo al uso del espacio público y sobretodo, al miedo de enfrentarse a la autoridad, por más gaseados y lacrimogenados que resulten. Este bloque, donde se cuentan actores estudiantiles y sociales que llegaron al congreso – Boric, Jackson, Vallejo, Cariola e Iván Fuentes-, serán oposición dura cuando las promesas de campaña no se cumplan. Además, el uso de redes sociales como expresión de descontento y la tecnología como herramienta fiscalizadora serán piedras de tope a la hora de hacer movimientos bajo la mesa. Los nombramientos de autoridades cuestionadas por diversas causas y sus posteriores dimisiones son una pincelada de lo que se vendrá para los funcionarios gubernamentales, cuando hasta el subsidio de Nachi Golborne fue trending topic.

Finalmente, las cifras e indicadores económicos. Aunque el crecimiento para 2014 fue sentado en un 3,7% según el Banco Central, y aún se realizan auditorías para contrastar los datos entregados por la saliente administración con lo que realmente hay en las arcas fiscales, las medidas tomadas para evitar la crisis, el buen clima interno del país y los tratados de libre comercio con el mundo –Chile ostenta el record mundial en TLCs-, son puertas abiertas a inversiones extranjeras, aunque los más reticentes y recalcitrantes esgriman que la anunciada reforma tributaria solo generará divisas negativas y desaceleración en la inversión privada; Chile se muestra como terreno fértil para producir y mantener una economía estable. Claro está que el escenario puede cambiar, tal como cambió al descubrirse la burbuja china del cobre, y la especulación a la que fue sometido el mineral, causando una baja sustancial a nivel mundial de esta divisa.

Es por todo lo anterior que esta segunda administración se asoma más como una buena segunda parte, en lugar de un fracaso rotundo. Lo que se debe analizar es a quién favorecerá. Las primeras polémicas surgieron por el bono marzo y el proyecto que lo instaura como permanente año tras año, y si esto significa que la Nueva Mayoría generará políticas asistencialistas lejos de las necesidades reales del Chile de hoy, pues el bono representa un retroceso en medidas de gasto social. Van cuatro días de Bachelet 2.0, y es de esperar que el “I’ll be back” de Michelleitor cumpla con lo prometido, entregue una constitución digna para un país en pleno ejercicio y desarrollo democrático y devuelva el sentido de República perdido hace ya cuarenta años. Mientras solo queda ver y actuar, porque los tiempos actuales dictan que la espera es síntoma de enfermedad.

Pedro Piedra: No espero que ningún gobierno me solucione la vida – Regla de Tres

Desde lo alto del paseo Atkinson se observaba una multitud congregada en la Plaza Aníbal Pinto. Por primera vez en mucho tiempo el atochamiento no era producto de barricadas ni manifestaciones. Un millar de personas, algunas sentadas, otras de pie, observaban los muros del edificio que alberga a la Gelatería y al Café del Poeta. Desde el segundo piso, que alguna vez fue la oficina del movimiento Nueva Fuerza, luces de neón, metros de cables, micrófonos y cámaras GoPro, marcaban lo que sería una noche llena de luces y música.

Tres cantautores de cosecha nacional homenajeaban al gran Gonzalo Payo Grondona, quien abandonara el mundo de los simples mortales el pasado ocho de enero. La Noche de los Balcones de Valparaíso entregó un último adiós de parte de las Escuelas de Rock y el Rockódromo al hombre del banjo, y los encargados de acompasar el manifiesto fueron los consagrados Pancho Sazo, vocalista de Congreso, y el amigo PedroPiedra. El tercer tercio y la gran sorpresa de la noche fue Valentina Peralta, concertista oriunda de Coquimbo, que deslumbró con su voz y su mensaje: palabras en mapudungún y la denuncia de los actos cometidos por el estado en contra de las comunidades mapuche en los faldeos cordilleranos de la Araucanía.

En un increíble espectáculo audiovisual, un proyector traspasaba la imagen de los balcones al muro contiguo para que todos los asistentes pudieran observar lo que ocurría en el segundo piso. Cada balcón era coronado con una palabra. Bajo las letras de Respeta, Valentina tocaba una batería rítmica y elevaba cantos como una machi ancestral, inundando el ambiente que a esa hora refrescaba la plaza. En el balcón central, Pancho Sazo daba el plus experimentado en esta fusión transgeneracional y de paso dejar de manifiesto que para la música no existen edades.

Ya eran casi cinco mil personas las que miraban desde la plaza, la calle o la fuente de Neptuno los juegos de luces y la armonía musical de acordes y beats. Como jugando, los tres protagonistas turnaban el uso del micrófono, maravillando a quienes coreaban las canciones interpretadas. Los juegos de cámara mezclaban la vista a los balcones con la gente en las gradas y la visión desde el mismo balcón, un overshoulder de Pedropiedra o los enérgicos movimientos de manos de Valentina al golpear la batería electrónica. Desde el último balcón, con la palabra Cuida escrita sobre éste, el autor de Sol Mayor comenzó a despedir la noche que a esas alturas había extasiado a quienes siguieron el espectáculo en vivo. Bajo los acordes de la inteligencia dormida, el amigo Piedra se despidió con un bis de Vacaciones en el más allá, agradeciendo a la ciudad que nuevamente acogía su música y su cara de perno-buena onda.

Finalmente, y con los tres bajo el balcón central, la Noche de los Balcones se despidió de una ciudad que añora espectáculos como éste que despiertan la memoria viva de años anteriores, de la polvorienta Excárcel, los ruidos del Parque Italia, y la marca indeleble de encuentros musicales al aire libre. Una verdadera joya del Rockódromo en su décimo aniversario, una década entregando rock al puerto, y el puerto agradecía.

Terminada la música los agentes del orden y la patria abrieron paso entre los que aun quedaban en medio de la calle, dando paso a la circulación vehicular, devolviendo todo a la calma. En ese momento, me acerqué hasta la entrada para esperar a Pedro Subercaseaux y poder intercambiar palabras con él. Una nueva “Regla de Tres” se fraguaba en mi cabeza, al punto que el lápiz fluía corría casi libre en la página blanca de mi libreta, organizando las preguntas que darían paso a la entrevista. Tuve que esperar a que bajaran roadies, técnicos y parte del staff de las Escuelas de Rock, junto a niñas y groupies que esperaban conseguir un autógrafo y una fotografía con el cantante.

Los gritos y el nerviosismo se apoderaron de la fanaticada mientras el hombre bajaba la escalera. Sabía que lo esperaban a él. Apenas puso un pie en el portal, en un gesto de broma cubrió su cara entre los pliegues de su chaqueta, amagando para escapar de los paparazis, jovencitas de entre 14 y 20 años, alguna que otra mujer un poco mayor, y yo. Luego de varios minutos de fotos, firmas –una de ellas pidió que le autografiara el Iphone-, me acerqué para hablar con él, con la grabadora encendida.

LJM: Tres músicos que consideres maestros

Pedro: Los más importantes que se me vienen a la mente son Jorge González, Michael Jackson… y… esos dos se me ocurrieron. Te digo dos no más.

LJM: Mientras firmabas autógrafos mencionaste también a Pancho Sazo

Pedro: Pancho Sazo está como en el top ten, yo diría. Increíble tocar con él, tuve la oportunidad de conocerlo, conversar con él, me hubiera encantado encontrarlo antes y haber ensayado algo. Ayer todas las canciones que tocó de Congreso pude haberle ido a hacer voces pero lamentablemente no se dio. Ahora que lo conocí, para la próxima vez, ahí seguro que la hacemos.

LJM: Tres canciones que te hubiera gustado haber escrito.

Uuh, qué difícil. A ver, cuál es la canción más vendida de la historia, para haberme hecho millonario… Get Lucky, Yesterday y Cumpleaños Feliz.

LJM: Tres discos que te vuelven loco

Get Lucky, Yesterday y Cumpleaños Feliz.

LJM: Qué tal tu relación con Valparaíso

A ver, la primera vez que vine a tocar fue hace mucho tiempo junto a CHC*, un grupo de hip-hop que tenía, nos presentamos en un subterráneo, al lado del restorán Hamburgo. Luego ya he tocado en La Piedra Feliz, en el Consejo de las Artes (CNCA), acá, en un par de lugares más. Siempre funciona bien Valparaíso.

LJM: Qué opinas de la escena musical local

Pa’ serte súper honesto, no cacho nada, no conozco a nadie, no sé cómo se mueve acá ni las bandas que suenan. Sé que Los Jaivas son de Viña, Congreso es de Quilpué, y hasta ahí llego.

LJM: ¿Qué esperas del gobierno de Bachelet en cuanto a cultura?

Yo ya no espero que ningún gobierno me solucione la vida. Creo que cada uno debe rascarse con sus propias uñas y tratar de que te roben lo menos posible. Igual, saludos a Bachelet y ojalá que le vaya bien.

LJM: ¿Qué piensas de la negativa a la Ley que forzaba a las radios a tocar un 20% de música chilena?

No sé po’. O sea (los parlamentarios) proponen una idea, se vota. Si hay mayoría se aprueba, si hay minoría se desaprueba. Yo creo que las radios tienen que ser libres de poner lo que quieran. A mí me encantaría que tocaran más música chilena porque me beneficiaría a mí y a muchos amigos. Pero, si no lo pueden hacer, qué se le va a hacer.

Sobre la resolución del Tribunal de La Haya en el Diferendo marítimo de Chile y Perú

El tribunal consideró que los tratados de 1952 y 9154 son de EXTRACCIÓN de recursos marinos, mantuvo el Hito 1 y reconoció no tener jurisprudencia ante el punto dos de la demanda presentada por Perú.
Ante esto, Chile mantiene hasta la milla 80 la línea de paralelo y soberanía marítima, desde la milla 80, la línea baja en una medida de equidistancia y equidad -como son las resoluciones de la Corte Internacional de Justicia-.
Chile y Perú mantienen relaciones bilaterales políticas y económicas, y en cuanto a éstas últimas, existen más de 6 mil millones de dólares de inversión directa del Perú en nuestro país, y casi 10 mil millones de inversión chilena en las tierras de nuestros vecinos del norte. Los convenios y acuerdos económicos se mantienen y ninguna de las embajadas ni los ministros de economía se han manifestado ante el asunto..
Qué dicen los medios? muestran los altercados y NO generan el verdadero análisis coyuntural que debieran, para mantenernos en la ignorancia y la estupidez, permitiendo actos de grosera propaganda nacionalista.
Según mi parecer, a Chile le fue mejor de lo que se pudo augurar o estimar, pues la extracción de recursos se realiza dentro de las primeras 20 a 50 millas -quedando el hito divisorio en la milla 80-. Y bajo mi punto de vista, los reprobados son los medios de comunicación que no producen un análisis centrado con todos los antecedentes en mano, y lanzan imprecaciones y opiniones, deformando la verdad y generando anticuerpos nacionalistas.

Cuál es el problema? que mientras se despliegan recursos -Piñera dijo que los abogados del caso han sido un gasto gigantesco a nivel de presupuesto-, para generar mayor animadversión, en nuestro país y a puertas cerradas ocurren hechos mucho más importantes y noticiosos -la venta del archivo del diario La Nación, por ejemplo-, o el recién nombrado gabinete de Bachelet donde la educación vuelve a manos de los ingenieros comerciales, medioambiente queda en manos de un hombre que durante 2012 aseguró que «HidroAysén no está muerto», e Interior en manos de Rodrigo Peñailillo, mano derecha de la gordis durante la campaña, exasesor de gobiernos de Lagos y Bachelet.
Dónde está mi indignación? en la constancia del show sobre la verdad. Por qué no se hizo tal aparataje para el momento en que se discutió y aprobó la Ley de Pesca?
Dónde quedó el patriotismo exacerbado cuando tocó defender los recursos naturales de todos los chilenos ante la depredación de las multinacionales mineras; dónde estaba Tarud para cuestionar la potestad de un empresario judío que se hizo con todo un paralelo de nuestro querido Chile?
Al igual que cientos de leyes, tanto Tarud como el patriotismo descansaban en el Lobby descarado.

Chile-Perú en La Haya

Ahora que se sabrá el dictamen final de la Corte Interamericana de Justicia acerca del diferendo marítimo entre las repúblicas de Perú y Chile (aunque a nosotros de República no nos queda nada), recordé el examen que tuve que rendir en diciembre de 2012 para Periodismo Interpretativo. Voy a colgar el texto pues es bastante aclaratorio en cuanto a la forma de fallar que tiene la CIJ, además de dar claves para entender en profundidad el tema del diferendo.

Francamente, entre tanta huevonera, con Piñera llamando a Consejo de Seguridad Nacional, en Perú llamando a enarbolar banderas, y los muy sacos de huevas en nuestro país que hablan de «exitismo» en Perú por supuestas filtraciones del fallo… prefiero aportar -no tanto a la discusión- si no que a la aclaración de dudas y de paso hacer explícita mi opinión: Qué tanto importa un fallo, si la Ley de Pesca le dio la soberanía marítima a 7  familias y grupos económicos. Chile y la Chilean Way

 

Corte Internacional de La Haya:

EL DIFERENDO MARÍTIMO CHILE-PERÚ ENTRA EN SU FASE FINAL

 

Este viernes 14 de diciembre culmina la fase oral del litigio por límites marítimos entre Chile y Perú en la Corte Internacional de Justicia de La Haya. La resolución final será dada a conocer entre los meses de junio y julio de 2013, según las estimaciones oficiales, período en que en nuestro país la campaña presidencial estará desatada aunque existe un pacto de omisión entre los bloques políticos chilenos de no hacer uso político de la determinación que tome el tribunal.

El caso concerniente a la delimitación marítima entre la República del Perú y la República de Chile, nombre oficial de la demanda presentada por el gobierno de Alan García en 2008, quedará este viernes en stand-by, pues concluye la segunda fase del litigio. La primera instancia fue cuando, el 16 de enero de 2008, cumpliéndose un nuevo aniversario de la ocupación de Miraflores por el ejército chileno durante la guerra del pacífico, el entonces mandatario peruano presentó ante la Corte Internacional de Justicia una demanda en contra de Chile, por los límites marítimos existentes entre ambos países. En un informe escrito, la cancillería limeña envió todos los antecedentes y los argumentos del por qué de la demanda a los jueces internacionales.

El gobierno de Michelle Bachelet comenzó a trabajar en la defensa del caso, siendo presentada la réplica –un documento de más de 300 páginas- el 09 de marzo de 2010, dos días antes de que Sebastián Piñera asumiera la presidencia. Esto puso fin a la primera parte del litigio, la parte escrita, y mantuvo a ambas naciones trabajando en la preparación de la segunda fase, los alegatos orales, que comenzó este 03 de diciembre y que se extenderá hasta este viernes 14.

EL CASO

Mapa del Territorio en litigio. La zona pintada Roja es el actual límite marítimo entre Chile y Perú, la zona amarilla corresponde a lo que exige el gobierno peruano. El rosa representa parte del territorio en disputa que Chile considera “aguas internacionales”, y el verde claro, cómo quedaría el territorio marítimo chileno en caso de que la Haya le dé la razón a Perú.

Perú demanda a Chile por la extensión de las 200 millas marinas soberanas comprendidas en la línea divisoria de ambos países.

Luego de la guerra del pacífico, los países involucrados generaron tratados para demarcar los nuevos límites fronterizos. Bolivia perdió el sector comprendido entre Tocopilla y Paiposo en la región de Antofagasta, y Perú perdió el sur de su territorio, que pasó a manos de Chile, hasta la zona de Arica y Parinacota. Tacna quedó en territorio peruano luego de un plebicito bilateral entre Chile y Perú. Posterior a eso, se firman tratados en 1883 y 1929, los que no hacían referencia a la soberanía marítima de ambos países, concepto en ese entonces desconocido, hasta que en 1945, Harry Truman, presidente de Estados Unidos, declara que todo el mar que rodea al país del norte es parte del territorio, lo que marca el inicio de las delimitaciones marítimas entre países, abriendo un nuevo concepto en política y derecho internacional.

En 1947, Gabriel González Videla emite una declaración donde habla de la soberanía marítima nacional, utilizando por primera vez el concepto de las 200 millas marinas. La frontera oceanográfica de Chile se encontraría frente a las costas nacionales, en forma de «una paralela matemática proyectada en el mar a doscientas millas marinas de distancias de las costas continentales chilenas.

En 1952, Chile, Perú y Ecuador firman el tratado “Declaración de Zona Marítima”, donde “proclaman como norma de su política internacional marítima, la soberanía y jurisdicción exclusivas que a cada uno de ellos corresponde sobre el mar que baña las costas de sus respectivos países, hasta una distancia mínima de 200 millas marinas desde las referidas costas”. Este, y los tratados de Santiago y de 1954, son parte de los “Acuerdos suscritos en la Primera y Segunda Conferencia sobre Explotación y Conservación de las Riquezas Marítimas del Pacífico Sur«, según reconoce Perú el 06 de mayo de 1955.

El nombre de los tratados hace referencia a la explotación de las riquezas marítimas del pacífico sur, aunque su redacción hable de límites fronterizos. Al respecto, y durante la segunda fase de alegatos, el Juez Internacional, integrante de la Corte Mohamed Bennouna preguntó sobre la verdadera capacidad que tenían quienes suscribieron esos tratados en 1952 y 1954 para hablar de límites territoriales conforme al derecho internacional que se conoce hoy en día, lo que genera un nuevo debate pues de ser considerado este argumento como parte de la resolución judicial del caso, los nuevos límites geopolíticos se entrecruzarían con los límites comerciales, pues Perú reconoce los tratados de 1952 y 1954, Ecuador los ratificó en su Carta Náutica al igual que las embajadas de Lima y Santiago. El triángulo de 38.000 km2 en disputa quedaría bajo soberanía peruana pero bajo explotación comercial chilena, para lo que sería necesario un nuevo acuerdo de explotación del pacífico, o bien una nueva delimitación territorial, pero las resoluciones de La Haya son inapelables.

RELACIONES INTERNACIONALES

Mientras los medios chilenos y peruanos siguen atentamente el juicio, y los equipos de juristas internacionales preparan los argumentos para el cierre, momento en que deberán contestar, cada uno en su turno, la pregunta del juez Bennouna, los principales diarios latinoamericanos no hacen eco de lo que está pasando en La Haya. El Clarín de Argentina dedica a su sección internacional especial atención al estado de salud del presidente Venezolano Hugo Chávez y a lo que ocurre en Honduras, donde el ejército cercó el edificio del Parlamento luego de que el Congreso destituyera a cuatro de los cinco jueces que integran la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia. En la madrugada de hoy y a través de las redes sociales, medios de Tegucigalpa subían imágenes de lo que ocurría a eso de las 02 am en las afueras del edificio gubernamental. Del litigio que mantienen Chile y Perú, no había referencias. En los medios internacionales como El País y The New York Times tampoco había ningún apartado o noticia de lo que estaba ocurriendo en la corte internacional de justicia, lo que significa que este asunto concierne e importa sólo a los países involucrados.

Ya que el caso hace referencia a los límites marítimos de ambos países, extendidos hasta las 200 millas de soberanía mar adentro, el dictamen de la corte no debiera afectar las relaciones internacionales que mantienen ambos países con el resto de Latinoamérica, esto claro, en el caso de que ambos países acepten la resolución de los magistrados. En el caso de que uno o ambos países decidan no acatar el fallo, podrían verse involucrados los intereses internacionales, dependiendo de lo que cada gobierno haga para consignar su soberanía.

Un ejemplo de lo anterior es el resultado del litigio entre Colombia y Nicaragua, dado a conocer el pasado 19 de noviembre. A pesar de no existir frontera terrestre entre ambos países, el conflicto que presentaron ante la corte internacional era por la soberanía del mar Caribe. La resolución de La Haya fue “salomónica”, sin ratificar el tratado Esguerra-Bárcenas de 1920 y 1930, y que Nicaragua desconoció por encontrarse bajo ocupación norteamericana al momento de firmarse, lo que redefinió la frontera marítima entre ambos países. El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, afirmó que “La Corte, al trazar la línea de delimitación marítima, cometió errores graves que debo resaltar, y que nos afectan negativamente”, y asegura que no acatará el fallo, lo que puede traer repercusiones de carácter internacional para ambos países y otros que tengan territorios limitantes, como es el caso de Panamá.

EN PRIMERA INSTANCIA CHILE ACATARÁ EL FALLO

Las autoridades chilenas, y el equipo de juristas en la Haya, coordinados por el agente chileno Alberto Van Klaveren, aseguran que acatarán el fallo y se muestran entusiastas con el resultado. Durante los alegatos utilizaron libros escolares del país vecino, además de los tratados de 1952 y 1954, ratificados posteriormente con la Carta Náutica presentada por Ecuador, Perú y Chile a las Naciones Unidas. Ya en el año 2008, momento en que fue presentada la demanda por Alan García, el ex canciller chileno Mariano Fernández, en la declaración que presentó para el Tribunal internacional de la Haya dijo que “La pretensión peruana se refiere a espacios que se encuentran sujetos a la soberanía y jurisdicción chilena, sustentadas en el Derecho Internacional, y que el Gobierno continuará ejerciendo”, lo que contradice en parte lo que las autoridades han manifestado a los medios, pues la mantención de la soberanía depende de la resolución del tribunal.

Para el cientista político y académico del Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Eduardo Araya, el que Chile acepte la resolución de la Haya es de suma importancia para las relaciones internacionales entre ambos países, pues durante los últimos años han aumentado las inversiones entre Perú y Chile. El catedrático explica que “Hay 12 mil millones de dólares en inversión directa de nuestro país en Perú, y por otro lado, hay 7 mil millones de dólares en inversión  directa de Perú en Chile” y es enfático en señalar que “a Chile no le convendría no acatar el veredicto”.

BOLIVIA PREPARA DEMANDA

Desde la guerra del Pacífico, las relaciones diplomáticas entre Perú y Chile, y Chile y Bolivia, han estado marcadas por fricciones referentes a temas limítrofes, sobre todo en el caso de nuestro vecino del altiplano, pues al terminar el conflicto bélico había perdido su salida al mar. Bolivia ha reiterado históricamente su demanda por un corredor que permita una salida al mar, lo que aumentaría su economía al poder exportar e importar sin pago de aduana ni transporte internacional, abriendo nuevos mercados y permitiendo un desarrollo del que hasta ahora se ha visto privado.

Luego de hacerse conocidos los alegatos de Perú y Chile en la fase oral del juicio, y estando expectantes las tres embajadas, el presidente Evo Morales anunció hace pocos días que su país está preparando una demanda en contra de la república chilena, en la que exigen una salida soberana al pacífico. Ante esto, en una entrevista para Radio Universidad de Chile, Francisca Quiroga, cientista política del Instituto de Asuntos Públicos de dicha casa de estudios (INAP), indicó que “los alegatos que han desarrollado Chile y Perú en el Tribunal de La Haya, han sido y serán de fundamental importancia para las reacciones futuras”, como es el caso de la posible demanda boliviana.

Más allá de las especulaciones, el resultado del litigio se dará a conocer a mediados del próximo año. En el actual escenario, Perú no tiene nada que perder, pues la actual delimitación territorial extiende la frontera entre ambos países a lo largo del paralelo consignado por Chile como la línea divisoria, que se encuentra 187 km., al interior del territorio en el denominado Hito 1. Además, la Corte hace especial hincapié en el sentido equitativo y equidistante de sus fallos, lo que a todas luces significaría que Chile puede perder parte de su soberanía marítima, aplicando estos principios y generando una posición de consenso entre ambas partes.

**Diciembre 2012

Periodista. Escritor. Investigador. Diseño web y traducción inglés-español